Drag is Burning: La Logia
Si ya hablamos de la visibilización del mundo Drag en Barcelona y en toda España como un movimiento cultural, quizás la Fiesta que organiza La Logia evocando el espíritu de la mítica Disco Studio 54 en Nueva York es la demostración concreta que la variedad, colorido, locura, libertad y movimientos culturales y estéticos diversos pueden convivir en un mismo lugar, incluso con la anticipación de sólo 24 hs para saber donde se llevará a cabo (así es, si quieren asistir a una fiesta de La Logia, deberán estar mas que atentos ya que no se realiza siempre en el mismo lugar)
Plagado de gente joven de diferentes puntos del planeta - Barcelona tiene eso - la locura se comienza a sentir en la cantidad de personajes que apoyan sus zapatos en la pista con atuendos que no hacen más que llamar la atención y admiración, máscara tras máscara la manera de identificarse busca reflejar en el otro lo que nos pueda producir: rechazo o curiosidad para siempre terminar en un sólo punto, aceptación.
Drag is Burning no podía estar ausente y se transforma en un actor sin forma pero con presencia del que todos esperan su mirada, una mirada que quiere enriquecer una cultura que viene creciendo cada día más en la escena local.
En el famoso barrio El Raval, las veredas se vieron atestadas de personajes que querían asistir a los shows de Drags Queens que sin el mayor de los prejuicios realizan sus performances ante un público que las admira y vitorea: “Ésta es la puta ama” se escucha a mi derecha desde una voz casi adolescente y otro que responde “Su vestuario es increíble” al momento que la música de iconos como David Bowie o Lady Gaga suenan estridentemente pero sin saber que tras bastidores los nervios se hacen notar antes deponer un pie en la escalinata que las llevará arriba del escenario, después de todo enfrentar las luces y expectativas del público nunca es fácil, pero quien dijo que desconocen de esto?
Aquí un resumen de una noche más alejada del show de Cabaret y más cercana a la locura y vertiginosidad para demostrar que en la diversidad también se puede mantener el espíritu, un espíritu que vive en la fantasía, pelucas y maquillaje pero sobre todo en una comunidad que es pura delicia.