En una misma semana me crucé con dos clientes que me dijeron exactamente lo mismo: "... no es casualidad que seas nuestro fotógrafo, tenías que serlo." Y eso me recordó automáticamente lo que hace muchos años comento al pasar: "Tengo los clientes que debo tener".
Con esto me refiero que las personas que llegan para ser retratados comparten mucho más que un momento, un evento, o la entrega del material. Son personas que me terminan regalando mucho más de lo que he pedido. Y eso es invaluable.
Alejandra y Leonardo es un caso así. Los conocí en persona el día que hicimos esta sesión y desde el minuto uno sentí una conexión increíble con ellos que terminé confirmando a medida que íbamos ganado terreno hacia las sierras.
16 años juntos.
16.
Un rechazo inicial por parte de la novia hacia el pelo largo y la música roquera del que sería su gran amor de la vida después. El Arquitecto de su entorno. Y juntos se complementan perfectamente al punto de notar su relajación, sus miradas des preocupadas y risas sin contención.
Con ustedes, Ale y Leo en una pequeña sesión que fué intensa como el amor que se tienen.