Salvo que Dolores lloró con cada palabra que les dedicaron en la Iglesia sus seres queridos, no tengo mucho más que aportar a esta hermosa Boda ya que fue invitado como segundo fotógrafo a cubrirla. Y lo hice con mi mirada.

Una pareja sin pretensiones, descontracturada y divertida que decidió en un pequeño grupo festejar el amor de años en un hermoso salón bien arriba en las sierras de Carlos Paz.  Disfruten de este resumen!