Me acaban de putear en Chino. O eso creo. Y sino me cuerearon mal. Quedar entre medio de un grupo de chinos en la cola para entrar a la Catedral implica que si se te empiezan a colar, mínimo perdiste 30 lugares: llegan a montones. Y cuando llegue a la cola, una primera parte llegó, luego yo, y luego la otra mitad.
Hasta ahí todo bien.
Pero se iban haciendo los distraídos y se iban metiendo adelante. "Total, somos todos iguales" deben haber pensado. Error! Mi punto de referencia era la cámara fujifilm que el chino de adelante tenía. Y la doña que se había atado un pañuelo a la cabeza atrás mío. Yo era la mitad.
Cuando comenzarona mandarse adelante unos 5 o 6 y venían por más se escucho de mi boca: "Ehmmm no no, please keep your place. Be respectful " me imaginé que no hablaban inglés pero no iba ahacer alarde de mi Chino Mandarín (bueeeena!) así que una señora quizásentendió o interpretó lo que dije y las de cagó a pedos a las de atrás que se habían colado y volvieron a sus lugares. También les pudo haber dicho: "quédense atrás que el pelotudo este que se cree mejor que nosotros y ridículamente vestido va a hacer lío"
Recupere mi lugar, el Chino de la Fujifilm no paraba de mirarme la cámara de reojo hasta que fue más evidente entonces se la acerque y me hizo seña de que quería saber que lente usaba: 35le respondo en inglés. Entonces hizo seña con ambas manos separándolas como diciendo: angular. Yo señalé su lente y vi que tenía un 16-55. El mío era mejor. Jajajjaja igual miarando hacia adelante ya me quitaron como 10 lugares. Se teletransportan estos culiados.
La Catedral.
Cuando ellos ya estaban rezando de rodillas y confesando sus pecados, nosotros seguíamos viviendo en chozas y cazando con palos. Bueh, no todos porque los Incas y Aztecas grandes obras hicieron. Pero ves estás tremendas columnas y arte y te quedas mudo.
No sé porqué siempre me imagino cómo eran sus vidas en esos entonces sin la masividad de turistas caminando sin mirar por el simple hecho de cumplir y tachar de una lista un lugar más visitado. Pasillos estrechos con techos bajos que terminan en la gran bóveda de la Catedral de Sevilla deben haber servido de Camino para los monjes y curas que había anotaban este impresionante espacio. Los pisos gastados, metros y metros de piedras apiladas unas sobre otras y pegadas con una extinguida mezcla de cemento que forman curvas, líneas, arcos, y más ejemplos arquitectónicos que forman en conjunto este increíble espacio. ¿Que tan pequeño se siente uno aquí dentro? Demasiado.
La necesidad imperiosa de agradar a Dios con tamaños espacios reflejo de lo que suponía debía ser la fé del pueblo hacia él y - porque no - del poder que tenía la ciudad ante los demás. El punto de referencia para los navegantes del Río Guadalquivir y de los caminantes que llegaban desde tantos lugares a una de las ciudades más importantes de España. Y con más historia.
Aquí yace el Almirante Cristóbal Colón, quien fue la cara visible de quienes descubrieron América. Aquí están sus restos sostenidos por cuatro gigantes que sostienen su ataúd cubierto majestuosamente por una manta tallada. Es impresionante. Tal la importancia de Colón que se disputaban donde debía ser enterrado. De aquí salió y trajeron sus restos desde Cuba para ser depositados en esta Catedral: la de Sevilla.
Vale la pena pagar para entrar a este lugar. Sentarse. Mirar los detalles de las piezas talladas y los altares. Las pinturas, las estatuas. Sus pequeños patios con fuentes para beber agua.
Observo a niños que parecen ser de un colegio a paso agitado diciendo al pasar: esto es aburrido y viejo. Claro que es así para ellos. No tienen la más minima idea de la dimensión de lo que están viendo. Si solo supieran el trasfondo seguramente les cambiaría la idea de lo que opinan. Así es con todo: cuando tenemos más información podemos comprender mejor el porqué y el cómo. Y para qué.
Después de "harto tiempo" (como dirían los chilenos) decidí salir y al pasar por el Archivo de Indias decidí entrar sabiendo que era gratuita la entrada. Aquí se conservan todos los documentos desde el descubrimiento de América hasta no hace mucho tiempo. Un registro documental de todo lo que se encontró - y según ellos - con una fuerte objetividad debido a quejas de aquellos entonces de cómo había sido la Colonización y también lo que se contaba de ella. Todos esos archivos están disponibles al público vía web.
No hay mucho para ver más que espacios inmensos, y antiguos documentos de "Las Indias" pero vale la pena visitarlo.
De ahí caminar bajo el sol de Sevilla hasta la Plaza de Setas (o de los champignones como la escuché decir a una española delante mío)
Una es cultura, monumento, espacio de diseño orgánico que generó polémica tanto por la ubicación como por el dinero que el Ayuntamiento gastó en hacerlo según me comentó Emilio. No me sorprende: si se hace porque se se hace y si no porque no. En todas las ciudades lo mismo. Opino que este tipo de obras no hace más que contribuir a la enorme masa turística que se acerca a Sevilla.
La obra es hermosa de verdad diseñada por el Arquitecto Alemán Jürgen Meyer. Miles de paneles de madera recubierta y unidas por millones de pernos asentadas en estructuras de cemento hacen una atracción en si para quienes disfrutan de la arquitectura - como yo - y de los que buscan vistas hermosas de la ciudad de Sevilla. Lo genial de esta ciudad es que no hay edificios altos y mucho menos rascacielos a excepción de la torre diseñada por Pelli - Arquitecto argentino - que rompió la ordenanza del Ayuntamiento que no podía haber edificios más altos que la Giralda. Igual está torre (bastante común y nada espectacular como otras obras de Pelli) está bastante lejos y no compite en el mismo espectro visual que la Catedral, su campanario la Giralda o las Setas.
Las Setas tiene un mirador que es una pasadizo que recorre casi todas las copas de éstas y desde donde se puede ver a Sevilla desde diferentes puntos. Me puse a charlar con dos chicas que eran de Holanda y me pidieron que les haga una foto. También hay un bar-restaurante y con la entrada te regalan una bebida fría. Buenísimo.
Ya se me acerca el final de mis días en esta bella ciudad que tanto me ha conquistado. Se acaba de parar frente a mi del otro lado del vidrio un niño de color con una cámara colgando y me dió emoción verla y me sonreí: fue mi primera cámara hace mil años, una Kodak DX6490 con la que tomé fotos increíbles. Sus 4 MP fueron los mejores megapixeles se he visto en esa cantidad y me acompañó a varios viajes cuando ni siquiera pensaba en ser fotógrafo. Le hice señas a su hermano mayor y entró al bar a preguntarme que era lo que quería decir: no hablaba español u poco inglés pero entendió perfectamente lo que le dije en inglés sobre todo que era una excelente cámara la que tenía y que lo felicitaba. Se sonrió y me dijo que era de Francia, le dije "Merci" y se fue. Le contó a su pequeño hermano y me sonrió desde el otro lado del vidrio. Ojalá haga muchas fotos hermosas de sus viajes…
Es mi ultimo día en Sevilla. Dentro de un rato Emilio y Fran vendrán por mí y merendaremos por algunos de los miles lugares que tiene esta hermosa ciudad, a la noche, cena despedida y prepararme para Córdoba.
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