Conocerse. Reconocerse. Elegirse. Decidirse.
Quizás éstas palabras definen de alguna forma la historia de Walter y Seba. Conocerse, hacerse amigos, confidentes de sus historias y de sus tan diferentes vidas, reconocerse como tales en un momento que no había lugar a dudas y donde cada uno tenía objetivos y miradas diferentes y un día, dejar todo lo cada uno tenía por un lado para elegirse desde la base del reconocimiento y ya no separarse más.
¿Pasos necesarios? No siempre. Al menos estas historias donde dos personas comienzan siendo amigos para luego hacer de esa complicidad parte indispensable de una vida que quieren para adelante no es un cuento repetido.
Seba y Wally decidieron hace unos años dar un paso más. Luego de varios años de pareja donde infinidad de amigos fueron testigos de esta historia, van por más y entre organización de Boda, viajes, reuniones familiares y risas cómplices se hicieron un momento para realizar esta pequeña sesión previa.
Hay silencio en estas fotos... no de aquel silencio incómodo, sino del otro: del cómplice. Del que llena. Inunda. Hay calma. Existe una sensación de descanso de haber llegado a algún lugar que nos brinda paz ¿Serán las decisiones tomadas? Oh... sí, esas que parecen que cuestan tanto, pero que bien se sienten cuando las hacemos! Un sol fuerte en una mañana fría. El contraste. La vida misma. Los abrazos y los gestos. Miradas y sonrisas. Así son ellos, no se necesita más para sentir lo que se quiere.